La aplicación de RFID en el Sector Textil ha tenido un gran impacto dentro del sector debido, principalmente, a las ventajas que aporta dicha tecnología:
1.- Identificación a distancia
La tecnología RFID permite identificar a distancia objetos, productos, prendas o diferentes soportes de materia textil (conos, tejidos …) sin necesidad de tener visión directa con la etiqueta RFID. Esto permite identificar prendas dentro de cajas sin necesidad de abrirlas o identificar prendas con las etiquetas RFID colocadas en su interior. Con la tecnología RFID se consigue automatizar la identificación de prendas o materia textil disminuyendo la manipulación o intervención manual.
2.- Multi-Identificación
Varias prendas o elementos de materia textil pueden ser identificadas de forma instantánea. A diferencia del código de barras que requiere la identificación prenda a prenda, la tecnología RFID permite identificar, contar y controlar decenas de prendas por segundo de forma totalmente automática. De esta forma la tecnología RFID puede mejorar y agilizar enormemente el proceso de gestión de prendas y materia textil en diferentes puntos del proceso logístico y productivo.
3.- Capacidad de almacenar datos
El código de barras se basa en la identificación (lectura) de un número seriado, con una determinada limitación por lo que se refiere a la impresión a través de barras de datos (código). En cambio, existen una gran variedad de tags RFID con chips con diferentes capacidades para almacenar información. Existen etiquetas RFID con capacidad para almacenar hasta 512 bits de datos adicionales, lo que equivaldría a 64 caracteres de información complementaria. Ello implica que la tecnología RFID no sólo permite identificar a los ítems con un número seriado, sino que además puede almacenar información complementaria.
4.- Posibilidad de Re-escritura.
Existen unos tipos de tags RFID que permiten la escritura de datos en su memoria tantas veces como se desee. Además, este proceso se puede realizar de forma inmediata en el mismo instante en que se identifica el ítem u objeto. Esta propiedad permite, entre otras aplicaciones, poder reutilizar los tags tantas veces como se requiera, o ir actualizando los datos en el producto durante las diferentes fases de la cadena de producción o distribución.
De forma resumida, la ventaja fundamental que aporta la tecnología RFID frente al código de barras es que la RFID permite la lectura simultánea y en tiempo real de multitud de códigos sin necesidad de visión directa.