Con la implantación de la tecnología RFID en la industria Textil se pueden lograr grandes beneficios para tu empresa. Pero para una correcta implantación y funcionamiento, es necesario un proceso de ejecución:

 

1.- Identificación

El fabricante coloca una etiqueta de identificación por radiofrecuencia (RFID) en todas las prendas textiles que produce. Estas etiquetas contienen una código electrónico de producto (EPC) exclusivo. Esta información se almacena en el microchip de la etiqueta, que tiene un tamaño de 200 micras cuadradas y es más pequeño que un grano de arena. La etiqueta también incluye una diminuta antena de radio.

2.- Lectura Individual

Estas etiquetas permitirán identificar, contar y controlar las prendas textiles de una forma totalmente automática y rápida. Las prendas se pueden empaquetar en cajas, cada una de ellas con sus propias etiquetas RFID.

3.- Lectura de Packs

Cuando las cajas de prendas abandonan las instalaciones del fabricante, un lector de RFID colocado sobre la puerta del muelle de carga envía ondas de radio a las etiquetas inteligentes y las activa. Las etiquetas “se despiertan” y comienzan a emitir sus EPC. De forma sincronizada el lector sólo permite que hable una etiqueta cada vez (Protocolos anticolisión). Las activa y desactiva rápidamente de forma consecutiva, hasta leerlas todas.

4.- Comunicación con Sistema Informático

El lector se conecta a un sistema informático en el que se ejecuta el midleware, al que le envía los EPC. Una vez recibidos estos, el midleware realiza las tareas requeridas, volcado y almacenamiento en una base de datos, comparación con un albarán para verificar el envío, etc.

5.- Recepción en centro de distribución

Las cajas de prendas llegan al centro de distribución del servicio de envíos. Gracias a los lectores RFID de la zona de descarga, no es necesario abrir las cajas para examinar su contenido. La aplicación midleware proporciona una descripción de la carga, lo que permite asignar rápidamente las prendas al camión adecuado.

6.- Recepción en tienda

Pero esto no es todo. Los estantes de la tienda también están equipados con lectores. Cuando se almacenan las prendas, los estantes “saben” que es lo que está colocado sobre ellos. Si un cliente coge una prenda, el estante enviará un mensaje a los sistemas automatizados de reabastecimiento de la tienda que pedirán más prendas al almacén. Este sistema hace que no sea necesario mantener costosas “reservas de seguridad” de prendas en otros almacenes.