El uso de RFID en los procesos de fabricación actuales ha evolucionado con respecto a su uso original y aporta nueva información, valiosa en los tiempos del Big Data

 

En estos últimos años, una serie de mejoras ha colaborado para que la industria manufacturera ingrese en una nueva etapa evolutiva. El aumento en las tareas automatizadas, el uso de objetos inteligentes y las redes inalámbricas posibilitan alcanzar niveles de flexibilidad y eficiencia nunca antes conocidos.

Este nivel superior de inteligencia alcanzado en los procesos de fabricación ha sido posible gracias a las nuevas tecnologías. Algunos ejemplos son, el Internet de las Cosas o IoT (por sus siglas en inglés -Internet of Things-) que permite la interconexión entre sistemas inteligentes centralizados y sistemas externos a través de Internet. El Big Data o la Inteligencia Artificial también están haciendo que las empresas mejoren sus procesos productivos a través de la explotación de cantidades ingentes de datos con los que pueden contar en la actualidad.

Del mismo modo, estamos asistiendo a una ampliación de la oferta de servicios a través del Internet de los Servicios o IoS (por sus siglas en inglés -Internet of Services-). Finalmente, y no menos importante, tenemos las tecnologías de Business Intelligence, que han marcado un cambio importante en el proceso productivo, porque por fin las empresas son capaces de recopilar datos y entender cómo están funcionando sus procesos. Estas tecnologías posibilitan identificar los cuellos de botella, cuánto tiempo pasa entre que se envían los productos y se facturan, ¿se están realizando reprocesos?, etc.

A la introducción de estas nuevas tecnologías y medios productivos digitales o electrónicos se le conoce como fabricación inteligente o Industria 4.0. Como resultado de esto, ahora es mucho más fácil producir, pero al mismo tiempo, obtener información a lo largo del proceso productivo y de distribución, sin importar la escala del volumen producido. Los fabricantes pueden acceder a información detallada en tiempo real, en cualquier punto del proceso.

Los beneficios de esta fabricación inteligente exceden lo exclusivamente referido al proceso de fabricación. Se agrega conectividad, inteligencia y seguridad a toda la cadena de suministros, e inclusive hasta los puntos de venta y posventa generando mayor atractivo en la experiencia del cliente. Es un cambio en la forma en que interactuamos y gestionamos los productos, desde que se fabrican hasta que llegan al cliente.

Vamos a ver a continuación cómo la tecnología RFID en la fábrica inteligente está contribuyendo a la explotación de nuevas formas de comercialización y de obtención de información vital para la mejora de los procesos productivos.

El papel de RFID en la Industria 4.0

RFID no es una tecnología muy nueva, se inventó en los 70’s. Debido a sus costes, sólo se utilizaron por muchos años para el seguimiento de productos o ítems grandes a través de grandes distancias, como por ejemplo, maletas de pasajeros, ganado o, incluso, partes de trenes. Desde entonces, estas tecnologías han evolucionado, cambiando sus componentes para reducir sus costes.

En la actualidad, la tecnología RFID en la fábrica inteligente tiene aplicaciones mucho más complejas que el seguimiento de productos a través de largas distancias. Los procesos de fabricación utilizan la información almacenada en las etiquetas RFID de una manera cada vez más sofisticada, permitiendo una mayor flexibilidad y eficiencia en la fabricación de productos personalizados y permitiendo un nivel mayor de automatización y estandarización. El resultado: lograr una mayor eficiencia y flexibilidad, pero a menor costo.

Esta tecnología tiene características que le dan ventajas sobre el resto. A diferencia de otras tecnologías como los códigos de barras, RFID no requiere de fuente de alimentación para las etiquetas, y tampoco requiere de línea visual directa entre el lector y el tag. Esto abre un mundo de posibilidades, por ejemplo, que en los supermercados la gente pueda llenar sus carros sin tener que pasar por caja, porque las etiquetas RDIF avisarán que el producto ya está en el carrito de la compra y en cuanto los clientes pasen el umbral de la puerta del supermercado, los productos podrán ser cargados a la tarjeta del cliente.

La forma que pueden adoptar las etiquetas es variada y puede amoldarse a distintos productos y superficies. Pueden almacenar hasta varios kilobytes de datos. La lectura y procesamiento de los datos sólo demanda unos pocos milisegundos.

Hay que tener en cuenta que frente a tecnologías similares como los códigos de barras, las etiquetas RFID presentan varias ventajas, por ejemplo, los códigos de barras sólo permiten la lectura de la información. Esto es una limitación, porque no nos van a servir para recoger información a lo largo del proceso productivo. Otra ventaja de la tecnología RFID en la fábrica inteligente, es que permiten el seguimiento del producto de forma inalámbrica. Es decir, no tenemos que estar conectados al producto, tocarlo o ponerlo a pocos centímetros de un lector de códigos para obtener información. Algunas de estas etiquetas pueden ser leídas hasta a 100 metros de distancia de una antena lectora.

La información almacenada por la etiqueta RFID es un valor en sí mismo. El camino que sigue el producto, desde la producción hasta el comercio minorista provee información valiosa en tiempos de Big Data. Como resultado de esta nueva información disponible y con la ayuda de aplicaciones de Business Intelligence o Data Mining, los fabricantes pueden manejar soluciones alternativas y variables para procesos de producción just-in-time y just-in-sequence. Pueden obtener conocimiento más profundo sobre control de la producción, optimización de procesos y control de calidad.

Tecnologías de Business Intelligence, como decíamos anteriormente, nos van a permitir procesar esta información, haciendo que sea posible seguir al producto por toda la cadena de suministros y conocer su interacción con el cliente. Estos grandes volúmenes de información adicional que antes no estaban disponibles, proveen a los fabricantes más herramientas para hacer negocios.

Posibilidades de la tecnología RFID en la fábrica inteligente

A continuación, vamos a repasar algunas de las posibilidades y aplicaciones de la tecnología RFID en la fábrica inteligente:

  • Fabricación. El uso de RFID permite una mejor interacción entre los componentes, productos, maquinaria, y hasta los trabajadores inclusive. Posibilita mayores oportunidades de individualización, ya que el producto es el que puede instruir a la máquina respecto a lo que necesita en un punto dado de la cadena. Al final de cada etapa en la producción, la máquina puede almacenar la actualización del estado del producto en la propia etiqueta. La información del tag puede ser accedida por herramientas de análisis en tiempo real. El mecanismo de seguridad de la etiqueta on-chip, sirve como una prueba de autenticidad, calidad y seguridad en cualquier punto del proceso. Las etiquetas son accesibles aún cuando el producto está en su caja. permitiendo operaciones de personalización de último momento (configurar un idioma, por ejemplo). Las propias máquinas pueden autenticar sus propias piezas de repuesto, lo que asegura que se esté utilizando un reemplazo correcto, llevando el porcentaje de errores en la producción a virtualmente cero.
  • Cadena de suministro. Las capacidades de RFID para tareas de seguimiento y rastreo, permiten aumentar la visibilidad y mejorar la eficiencia en toda la cadena de suministros. La autenticación digital ayuda a los propietarios de marcas a protegerse contra la falsificación y facilita el paso de los productos por controles fronterizos y aduaneros.
  • Pre y post venta. En los locales comerciales, el cliente puede comprobar la autenticidad del producto gracias a la información almacenada en RFID. Después de la compra la etiqueta puede seguir generando interacciones entre el comprador y el fabricante, ofreciendo información sobre piezas de repuesto, garantía y reciclado adecuado. De esta manera, RFID extiende la industria 4.0 hasta el punto de venta y lo prepara para la próxima evolución del e-commerce, el Internet of Shopping. Además, junto con otras tecnologías, va a ser posible por ejemplo que las etiquetas RFID guarden información sobre quién es el comprador del producto, una información muy valiosa en términos de conseguir campañas publicitarias mucho mejor dirigidas.

En conclusión, aunque no es una tecnología reciente, el uso de RFID se ha diversificado desde su uso original en el proceso de fabricación, y actualmente participa en muchas más etapas que generan ventajas competitivas por la nueva información aportada.

El siguiente caso de estucio, te será de utilidad para conocer un caso real de Business Inteligence aplicado la optimización de recursos y tiempos de producción:

Caso de estudio BI aplicada a mejoras productivas en Tenneco, S.A.