Parecerá una obviedad hablar de cambio en un sector como es el nuestro, que precisamente lo que nunca está es quieto, pero resulta obligado hacerlo cuando, como es el caso, el cambio se acelera de tal modo que nos sitúa en los albores de una nueva época.

No te aburriré hablándote de todos los cambios revolucionarios que alumbran tecnologías como la nube, la IoT, o el Big Data entre otras, pues seguro que has escuchado la misma canción un montón de veces ya, y posiblemente por voces más autorizadas. Pero si que quiero hacer hincapié en que todos estos procesos de cambio tecnológico, en conjunto, traen una evolución acentuada en la forma en que trabajamos y vivimos.

Ante lo que pasa, lo verdaderamente importante es cómo te lo tomas. Y nosotros, que no sé si somos luchadores porque somos positivos, o positivos porque somos luchadores, hemos decidido tomárnoslo como una muy buena noticia, como una nueva realidad llena de oportunidades.

Razones no nos faltan para ello, pues lo cierto es que todos estos cambios tecnológicos suponen nada menos que la culminación de aquello en lo que hemos venido trabajando desde hace 25 años. No voy a decir que ha sido visión estratégica pero lo cierto es que, por suerte o por mérito nuestro, nuestra especialización profesional de todos estos años se encuentra ahora en el centro del escenario en el papel estelar del protagonista del espectáculo.

Es así que todos los recientes avances tecnológicos llamados a revolucionar la forma en que las organizaciones funcionan giran entorno a un activo prioritario y crecientemente valioso: el Dato. Permíteme escribirlo con mayúscula, pues es el Dato, omnipresente y potencialmente omnipotente, el que explotado de forma conveniente transforma el modelo competitivo y de servicio de cualquier organización de cualquier sector de cualquier tamaño de cualquier lugar.

Y nosotros, en C10, llevamos 25 años capturando datos allá donde estén, aún en los entornos más complejos y críticos, en situaciones fijas o en movilidad, generados ocasional o permanentemente. Y, una vez nuestras soluciones los obtienen, pasamos a transportarlos, almacenarlos, securizarlos, a ofrecer acceso a las personas y dispositivos que los precisan, generamos entornos y soluciones ad-hoc para explotarlos, los convertimos en información, y de la misma obtenemos inteligencia, productividad y diferenciación competitiva.

Así que vienen tiempos nuevos y excitantes, que contemplamos con el espíritu positivo de quienes llevan muchos años acumulando recursos, experiencia y conocimientos sobre algo que, siendo antes valioso, deviene de pronto crítico. Quiero invitarte a que sumemos nuestros experimentados pasos a los de tu organización, pues ante éste futuro desafiante y desconocido no hay mejor acompañante que quien ha transitado durante decenas de años caminos similares.

 

Vicente Pellicer

Director General